De estas artes de enseñar y
aprender... de secuaces lectores sedientos de letras empapadas en tinta, de esto
y mucho más se llenarán las hojas de este raro escritor, que como poeta sincero
lucha por la libertad de sus voces, de esas voces que susurran llantos en las
noches de luna llena y de frio, de esa magia de ser maestro –más diestro- en
amar y sentir, en acoger, en entregar y recibir, porque debo leerme para que me
leas, porque debo amarme para que me ames, porque el cuerpo exclama y los ojos
transparentes gritan cosas que otros quieren oír, porque te quiero oír te puedo
ver a los ojos, siempre hay que decir, algo que sentir, alguien a quien amar,
algún dolor que exorcizar, un cuerpo que estremecer…. “…Memoria y esperanza,
recuerdo y utopía...” (Bárcena)
Allí, las palabras cobran vida
fugazmente con las metáforas sectarias de aquella mente, que logró volar muy
alto, donde solo locos y soñadores pueden llegar, aquel lugar de espesa niebla
y olor a algodón de azúcar, en donde el claroscuro de la gota de tu pluma
logrará llegar y tocarme, y acariciar mi suave melodía de vocales y
consonantes, mi sinfonía de letras es tuya, cada vez que quieras tómala, cada
vez que al cerrar los ojos veas parpadeantes destellos de luz, recuerda mi faz, mi honesto cantar de
ilusiones y desengaños, en donde podría desaparecer con solo un suspiro, con un
suave aliento de boca fresca, de verdades gritadas a medias y de fuertes soplos
de esperanza que me han susurrado al oído por mucho tiempo, a veces los quiero
escuchar, a veces solo los dejo pasar frente a mí y sin embargo los siento
míos, arrebátamelos de vez en cuando, presuroso, tímido, casi intangible, casi
como aquel halo de luz que se metió en mi ventana muy temprano; este es el “ahora”,
“aquí” es donde existimos, donde la palabra echa carne toca fibras y duele, goza,
sufre, vive, es nuestra epifanía pura, es nuestra oportunidad de ser nuevos, tú
me lees y me conviertes en otro yo, en otro tú, cuando te leo interpreto tus
más íntimos deseos, casi puedo yacer a tus pies y sentir el calor de tu cuerpo,
perenne el olor de tus palabras me invade, no puedo desprenderme de tu sombra,
quiero leerte d e s p a c i o, quiero entenderte con IMPETU, deseo que desees lo que la mano temblorosa ha escrito,
escríbeme con matiz de nube pero indeleblemente, compadécete del cuerpo de este
texto que cansado se niega a callar, somos un nosotros después de la primera
letra ”…Esas emociones y experiencias están tejidas en el cuerpo…” (Cuervo), “…Estas
experiencias de leer y escribir quedan grabadas en el cuerpo y lo constituyen…”
(Cuervo), “…somos cuerpo con ideas, sensaciones y emociones…” (Cuervo) “…Tan
espiritual es mi sangre, como física mi tristeza…” (Restrepo. Tomado de Cuervo)
Liliana Medina
El hecho de hablar de círculos ya nos sumerge en espirales y curvas infinitas. ¿Por qué pueden ser estrategias pedagógicas para formar lectores? Ya lo dijo la pionera del presente texto: "donde solo locos y soñadores pueden llegar", se trata, claro, de aspirar a esos rincones de imaginación, de compartir aventuras virtuales y reales, trascendentales, de construir lugares comunes y absurdos, refugios anticonsumismo. El hecho de hablar de círculos, retomo, nos da la posibilidad del vicio, del no retorno sino es al inicio y final de nosotros mismos, haciéndonos más grandes porque "somos muchos"
G O P
II
El hecho de hablar de círculos ya nos sumerge en espirales y curvas infinitas. ¿Por qué pueden ser estrategias pedagógicas para formar lectores? Ya lo dijo la pionera del presente texto: "donde solo locos y soñadores pueden llegar", se trata, claro, de aspirar a esos rincones de imaginación, de compartir aventuras virtuales y reales, trascendentales, de construir lugares comunes y absurdos, refugios anticonsumismo. El hecho de hablar de círculos, retomo, nos da la posibilidad del vicio, del no retorno sino es al inicio y final de nosotros mismos, haciéndonos más grandes porque "somos muchos"
G O P
No hay comentarios:
Publicar un comentario