¿Para qué círculos de lectura en tiempos de
violencia y en la escuela?
En "Las mil y una
noches", Sherezada salva su vida y la de otras muchachas, contando historias
que el sultán escucha desde la sombra. En su caso se trató de ganar tiempo,
usando todas sus habilidades intelectuales, conjugándolas en narraciones que
interrumpía en el momento oportuno. Ahora, en nuestro caso, como constructores
de una Pedagogía de la esperanza (Freire), envueltos en un contexto de
conflictos e incertidumbres ambientales (adjetivo holístico); no se trata
solamente de escapar, sino de crear nuevos espacios, desafiando los presentes
para analizarlos con argumentos y sin miedos, buscando las puertas y ventanas
que nos permitan contemplar diversos horizontes de interpretación. Así, por
ejemplo, desafiamos también las geopolíticas del conocimiento, que obstaculizan
el libre desarrollo de los pueblos con la colonización disfrazada de ideal
globalizador.
La escuela, como
centro de "divulgación" (no construcción, según recuerdo) del
conocimiento, debe ser agente de su propia transformación, aprovechando su ser
colectivo, sus posibilidades de despertar en la estética como estremecimiento
(Savater), a partir de la cual dejaríamos de ser espectadores indiferentes para
convertirnos en agentes de campo, en investigadores reflexivos, capaces de generar
cambios en la sociedad.
Así, puedo imaginar
una escuela en la que los estudiantes tomen por asalto las bibliotecas y
secuestren libros (en complicidad con padres y educadores), y los interroguen
hasta hacerlos confesar lo dicho y lo oculto; que se enamoren
de cuentos y poemas,
letras,
sílabas, palabras,
frases escondidas tras las
esquinas
de
los estantes silenciosos
que
vigilan.
Imagino círculos,
triángulos, elipsis, cubos (experimentos semánticos) de lectura en voz alta o
entre susurros, en los que toda la energía que antes podría encauzarse contra los
otros, llené el cerebro de preguntas y opiniones.
Imagino que "leyendo
se entiende la gente".
Elementos consultados:
http://www.lacasadeviena.com/literatura/el-arte-de-la-lectura-en-tiempos-de-crisis-de-michele-petit/
Petit, Michele. La lectura íntima y
compartida.
Giovanny Oliveros Pinzón
ID 00010131874
Buenas noches Giovanny, me conmueve el entusiasmo con el que te expresas frente a este tema, pues solo si sentimos que la palabra corre por nuestras venas esta se puede hacer verbo de manera cotidiana, si los padres de familia se sienten tocados, afectados y movidos por nuestro entusiasmo y nuestro hacer, ellos serán los personajes principales de una nueva propuesta para escribir y leer cuentos con sabor de hogar.
ResponderEliminarBertha Cecilia Zárate C.
Me encantó la reflexión, oajala nos apoderemos de los libros... asi sea
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